Buscando... El novio soltero

Buscando el amor en mi vida, de repente me topé contigo
Aunque te fastidie, nunca habías estado dentro de mis planes porque encontrar un hombre,
nunca fue una de mis prioridades y quizás al no serlo, al no tener un objetivo, algún tipo de modelo o al menos unas señas de lo que buscaba a mi lado, ocasioné el comprometerme con un nuevo espécimen que se esparce como una gran plaga en el Siglo XXI: el novio soltero.

En mi mundo, la relación con un hombre acontece por fases un poco más complicadas que el típico sistema de química-pasión-enamoramiento-compromiso-amor, por lo que podría organizarla para ser más clara, en esta jornada de tormenta solar, de la siguiente manera:

A. Te veo y me gustas. No puedo evitar sentirte cuando te acercas y no sé bien que me atrae hacia ti y justo, por este mismo interés, deseo conocerte.

B. Compartimos momentos, los que sena (besos, polvos, paseos o caricias) y noto que nuestra química comienza a fluir, provocando que quiera saber más de ti.

C. Empezamos a quedar para compartir otro tipo de momentos íntimos y sociales, para darme cuenta así que ya solo quiero compartirlos contigo y no con otro. Que quiero reír, llorar, pasear, conocer, follar, aprender, salir y vivir intensamente, junto a ti.

D. Confío plenamente en ti. Me quedo al descubierto y te siento parte de mi mundo,

Deseando que así sea… por siempre… forever.

Pero el novio soltero se mueve serpenteando circularmente entre A y B, fingiendo estar por completo en la zona C en la intimidad, pero comportándose indiferente a tus sentimientos, mientras una se zambulle como loca y a ciegas en la zona D. No así porque si o al menos, no todas.

Es un tipo de hombre que llena líneas de mensajes y cartas anunciando todo lo que dese vivir junto a tí, que ya no sabría vivir si no estuvieras allí, lo feliz que es al tenerte a su lado o asegurando, muy a menudo, que solo tú eres la mujer de su vida, mientras tanto, sale de juerga con tus propios colegas y les cuenta que si tuviera la jeta del guaperas del grupo, pero con su propia labia, no dejaría títere con cabeza. El mismo tío que lloriquea reclamándote

Que no le sigues en sus sueños y gustos, pero luego permite que sus amigos te apoden “estampilla” cuando le ofreces la compañía que te pedía y además hoy sabemos, a otras anteriores o superpuestas, mendigaba.

Un impostor que te enganchas porque su estrategia es clara y simple… mientras tú sigas atrapada, estancada en la zona D, él no tiene nada que perder ya que si así lo fuera, cambiaría rápidamente su táctica declarando que está confundido, que nada es lo que parece para regresarte a su zona de comfort, lo más rápido posible mientras tú te encuentras, de improviso, nuevamente en A y sin saber bien cómo o por qué.

Es lógico, llevan siglos actuando así, ocultando sus verdaderos seres, impunes ante nuestros menos e incontrolados sentimientos, que fomentamos leyendo historias de amor o mirando series gringas de televisión o cable. Estiramos situaciones viviendo agarradas a una ilusión, creando así nuestra propia e imaginaria zona de comfort. Resígnate a lo establecido y sé consciente, tanto yo, tú como él, que la vida agradable y sin preocupaciones en la pareja solo es posible, si acordamos cómo movernos de una zona a otra, con sinceridad.

¿Sabías qué? Aquel mismo año que tú empezabas con tus confusiones, yo le confesaba una amiga que sabía, me esperaba algo mejor que lo nuestro y la cruz de San Antonio unos meses después, me trajo de espaldas hasta aquí; pero hace bastante poco comencé a entender, que debo escuchar (que no es lo mismo que obedecer) a mi instinto porque él, sabe mucho más que yo.